Desde el ministerio de Desarrollo Humano de la provincia explicaron que existen distintos tipos distintos de meningitis, y tanto su gravedad como su tratamiento varían en función del tipo concreto que se padezca. La mayoría de los casos de meningitis están provocados por virus (meningitis viral) o por bacterias (meningitis bacteriana), pero los hongos y otros organismos también pueden causar meningitis infecciosas.
Al respecto, el Dr. Julian Bibolini, infectólogo de la cartera sanitaria provincial explicó que “las causas por la que una persona puede contraer meningitis infecciosa pueden ser muchas, y se pueden dar por bacterias, virus, hongos o parásitos; los más frecuentes son los virus y las bacterias”.
“Las meningitis virales son muchas y pueden causar meningitis o también conocida como meningoencefalitis, que es la inflamación del cerebro no solamente de la meninge. Con respecto a las meningitis bacterianas las dos principales o las dos más conocidas son la meningitis por meningococo y la meningitis por neumococo. En nuestro país tenemos vacuna en el calendario nacional para ambas enfermedades”, diferenció.
Con respecto al meningococo el especialista especificó que “es una bacteria que provoca enfermedades graves como la meningitis, que es la inflamación de la membrana que cubre el cerebro y sepsis, que a su vez es una infección generalizada, con posibles consecuencias fatales o secuelas neurológicas irreversibles, como ser: pérdida de audición, discapacidad neurológica, amputaciones, entre otras”.
“Los adolescentes y adultos pueden ser portadores del germen y transmitirlo a los lactantes y niños pequeños, ya que estos son el grupo más vulnerable”, agregó.
“Desde marzo del año 2015, la vacuna contra el meningococo es gratuita y obligatoria en la Argentina, se debe aplicar a los bebés los 3, 5 y 15 meses de edad; niños y niñas de 11 años”, resaltó.
Por otra parte, Bibolini recordó que “desde el primer día hábil de 2012 comenzó en todo el país la estrategia de vacunación contra el neumococo para prevenir la principal causa de afecciones graves como la neumonía y la meningitis. Se aplica a los bebés a los 2 y 4 meses, con un refuerzo al año de vida”.