El ingeniero Edgar Pajuelo, director de la Estación Experimental Agropecuaria El Colorado del INTA, destacó que desde el organismo «se genera tecnología para acompañar el desarrollo de todos los territorios».
Sin embargo, hizo notar que «por sí solo no lo puede hacer. Si bien tenemos profesionales que están distribuidos en toda la provincia, no es una cantidad ilimitada y tampoco contamos con los grandes recursos con los que se disponía en otros momentos. Pero esto no es una justificación para quedarse quietos, sino que hay que agudizar el ingenio y juntarse así como les decimos a los productores».
«Vemos con mucho agrado cómo, en forma conjunta, tenemos por ejemplo mesas interinstitucionales para abordar problemáticas en común y consensuar», resaltó Pajuelo.
Reconoció que debido a la crisis económica nacional «nos toca actuar en un escenario un poco difícil y sabemos que la situación está complicada, pero desde el INTA tenemos que llevar una luz de esperanza y propuestas de solución. Si nos juntamos y llevamos hechos construidos en conjunto con la gente podemos llegar a atenuar o hacerle frente a situaciones no deseadas», manifestó.
Consultado respecto del cultivo de maíz, indicó que «siempre estuvo presente, indistintamente de que sea un pequeño productor, un mediano y grande», señalando que en la provincia «es un cultivo que se lo produce por su utilidad como forraje y base de la alimentación de los animales de granja. Últimamente, en animales mayores lo que se está usando es en suplementación para tratar de hacer el ciclo completo».
«Hemos aportado y desarrollado tecnología como para el maíz no deje ser un cultivo visto como algo poco rentable -puntualizó-. Hay potenciales de 8 a 10 mil kilos por hectárea, así que con esos rindes y los costos que tenemos pasó a ser una más que interesante alternativa».