Representantes del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia entregaron el elemento que permitirá al paciente mejorar su calidad de vida, luego de meses de lidiar con su obra social.
Luego de muchas idas y vueltas más un largo tiempo de espera en el PAMI donde no obtuvo respuesta, Osvaldo Moro de 79 años recibió del Ministerio de Desarrollo Humano formoseño la silla de ruedas que en reiteradas ocasiones le había sido negada por esta obra social.
“Estoy emocionado y contento por esta silla, que para muchos puede parecer poca cosa, pero para mí significa poder levantarme de la cama, hacer mis cosas y salir afuera para disfrutar del aire puro”, señaló el abuelo afiliado al PAMI (Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados).
Hasta su casa del barrio 7 de Mayo de esta ciudad llegaron en la mañana de ayer representantes de la cartera sanitaria formoseña para acercarle la silla de ruedas, que fue gestionada sin demoras al tomarse conocimiento desde la red de salud pública formoseña y sin considerar que cuente con obra social, en este caso del PAMI nacional.
“Hace meses que estaba postrado en la cama sin que PAMI me haga caso. Me negaron algo tan básico como una silla de ruedas. Siempre trabajé y aporte para mi jubilación, pero me hicieron este problema que ahora se solucionó y por eso no tengo palabras para agradecer al gobierno de (Gildo) Insfrán y el ministro (José Luis) Décima que hicieron esto hicieron por mi salud”, indicó Osvaldo.
“Quiero decir a los formoseños que tenemos un Gobernador que cuida a su gente, que nos escucha y soluciona los problemas. Yo viví en muchas provincias y esto no se ve. Así que mi mayor gratitud al gobernador Insfrán por lo que nos da y por su lucha constante para sacar adelante nuestra querida provincia”, dijo.
Al igual que destacó “a todo el personal del Ministerio de Desarrollo Humano, a quienes quiero enviar también un cariñoso agradecimiento por la preocupación que tuvieron, por la rápida gestión de esta silla de ruedas y por la amabilidad con la que atendieron a mi hija que fue a hablar con ellos y no tuvieron problema en tratar mi caso”.
“A mis 79 años tuve la desgracia de sentir el abandono total de mi obra social, pero doy fe que Dios puso en mi camino a todas estas personas, desde funcionarios a trabajadores, para que yo pueda salir de esta situación muy angustiante que me hicieron pasar con mi familia. Pero eso ya pasó y ahora estoy muy feliz y orgulloso de ser formoseño”, aseguró.
Segú contó Osvaldo, presenta actualmente una reducción de movilidad producto de una caída en su casa que le fracturó la cadera, por lo que fue intervenido quirúrgicamente. En esa ocasión, debió transitar una similar situación por inatención del PAMI. Antes había sufrido dos ACV. En la actualidad, pasó a ser paciente del hospital distrital 8 de la Jurisdicción 5 en donde recibe las atenciones que necesita para controlar su salud recibiendo los insumos y medicamentos.
Familia
Griselda Moro, hija de Osvaldo, coincidió en remarcar “en nombre de toda mi familia y en especial de mi padre, el trabajo de la gente del ministerio (Desarrollo Humano) que hizo posible este momento. Mi padre anhelaba su silla de ruedas para poder levantarse de la cama. Tenía muchos dolores de huesos y ya no soportaba estar encerrado”.
“Desde anoche –contó por el domingo– él estaba ansioso porque llegue la hora y le entreguen su silla de ruedas. Después esta mañana se levantó temprano, se duchó y cada rato nos preguntaba la hora, cuanto faltaba, esperando que llegue la trabajadora social de Salud”.
Y adelantó que “vamos a seguir acompañándolo con su rehabilitación, pero sabiendo que desde ahora en más todo será mucho más fácil porque tenemos la silla de ruedas, este elemento que sirve para que mi papá pueda movilizarse sin problemas”.