La Defensora Adjunta, Sylvina Margarita Portillo denunció que “en el año en que las mujeres coparon las calles y se consolidaron como un sujeto político ineludible, el Gobierno Nacional, eligió recortar el presupuesto para las políticas de género”.
Sostuvo que “nosotros entendemos que para cambiar la realidad hay que jerarquizar las políticas, y esto implica invertir recursos: para que cobremos el mismo salario por el mismo trabajo, para que no tengamos mayores niveles de desempleo, para que sea realidad la Educación Sexual Integral (ESI), para que se respeten nuestros derechos en el ámbito de la salud y, sobre todo, para que las mujeres tengamos una vida sin miedo y sin violencias es necesario que los gobiernos multipliquen los recursos destinados a financiar esas políticas”.
En igual sentido el Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca remarcó que es verdad que el presupuesto asignado es la medida del interés real del Estado Nacional en esta política pública. Por eso aprendimos a monitorear los presupuestos asignados y su ejecución. Este Presupuesto Nacional empezó a etiquetar los datos destinados a género y “ahora sabemos que hay un 0,13 por ciento del presupuesto total destinado a género”. Aunque advirtió, “sin embargo, con recortes en términos reales no solo en los programas de género sino también en educación y salud nos impacta doblemente. En cada guardia desbordada o jardín sin vacantes será una mujer la que se ocupe de ese cuidado. Estamos atravesando momentos angustiantes en nuestro país. La situación económica cada día se torna más excluyente. Y claramente los sectores más vulnerables son los más afectados”.
Sostuvo que “las mujeres y los jóvenes se ubican entre esos sectores. Hay un 36 por ciento de precarización laboral de la mujer; un 28 por ciento de brecha salarial; siete de cada diez personas de menores ingresos son mujeres; una de cada cinco mujeres menores de 29 años se encuentra desempleada; la desocupación es mayor entre ellas (11 por ciento). La inflación contenida en el presupuesto es mentirosa e irrisoria (se prevé un 38,4 por ciento y hoy estamos alcanzando ya los 50 puntos). Sin dudas, nos encontramos ante el doble discurso del Gobierno Nacional. Por un lado, pregona la igualdad de género, pero sus propuestas son insuficientes y retrógradas”.
A nivel provincial expuso que “desde el año 2009, en que se aprobó la Ley Nacional 26.485 protección integral a las mujeres, vienefuncionando en el seno de la Defensoría un Observatorio de Violencia de Género. En tal ámbito, recepcionamos las denuncias que se efectúan de casos de malos tratos activos u omisivos, físicos, sexuales, psicológicos, morales, patrimoniales o de cualquier otra índole ejercido sobre las mujeres por el hecho de serlo”.