Al evocar el “Día del Trabajador de la Educación”, que se conmemora este 23 de mayo, la secretaria general de SADOP, Lidia Pineda, recordó a la Carpa Blanca, aquel emblemático campamento con el que la comunidad docente se opuso al vaciamiento de la educación pública en Argentina.
Todo comenzó un 2 de abril de 1997, cuando unos 50 maestros nucleados en la Confederación Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) levantaron una Carpa Blanca frente al imponente edificio del Congreso Nacional, sin sospechar siquiera que se convertiría en uno de los emblemas de la lucha obrera contra las políticas neoliberales de los 90.
Eran momentos en que casi no quedaba rincón del Estado que no hubiera sido alcanzado por el modelo de privatización del Gobierno de Carlos Saúl Menem.
Hoy, según expuso la licenciada Pineda, parecieran ser más las coincidencias que las diferencias respecto de la realidad de la educación.
“En ese entonces, con las organizaciones de trabajadores de la educación estatal contenidas en la Ctera, se produjo una movilización profunda de la docencia argentina, un debate que culminó en el incentivo docente, en el marco de la Ley de Financiamiento Educativo”, recordó.
Puso de relieve que “estamos hablando de los años ’90, el menemismo, de un Estado cuya política era retirarse de la educación, que transfería a las provincias los servicios educativos que se brindaban antes desde la órbita nacional, los transfería sin recursos”, reprochando que “estamos hablando de un Estado neoliberal que no tenía como eje la educación y mucho menos la educación popular”.
“En ese contexto, la docencia organizada en los sindicatos instaló una carpa blanca que tuvo mucho tiempo de duración frente al Congreso de la Nación, lo cual después terminó con la obtención del incentivo y la paritaria federal docente como ámbito de discusión”, explicó.
En ese sentido, marcó Pineda que “creímos que era una película que iba a tener su fin porque todo esto se está repitiendo a nivel nacional. Parece una película en reversa. Es como poner retroceder y volver a aquel punto”.
“Estamos otra vez ante un Estado Nacional neoliberal que se desentendió de la educación, que hizo caer todas las políticas de financiamiento, incluida la paritaria federal docente –reprendió-. Se congeló en $1200 el incentivo docente, lo cual era un ajuste que se iba haciendo en el contexto de las negociaciones de las paritarias, al igual que el porcentaje del PBI para educación, quedamos en un 6% cuando íbamos por el 10%”.
Subrayó que la fecha debe servir para “reflexionar en todo aquello y en lo que está sucediendo ahora”, a los fines de que “los docentes recuperemos la mística de la lucha de aquellos años y enfrentemos lo que estamos viviendo a nivel nacional, apoyados en lo que tenemos en la provincia de Formosa”.
A su vez, hizo notar que “queremos avanzar y recuperar lo que teníamos, como la paritaria nacional, los programas como Conectar Igualdad, el financiamiento para los proyectos, etcétera; todo eso tiene que volver porque si no, no podemos hablar de calidad educativa”.
“Es absolutamente irrisorio y contradictorio decir, como hace el Gobierno Nacional, que se preocupa por la calidad y la educación y no escucha a los docentes o no se convoca a paritarias”, concluyó.