Desde la Defensoría del Pueblo, se acaba de remitir una actuación al director Nacional de Vialidad, Javier Iguacel, para que tenga a bien realizar las acciones administrativas y materiales necesarias a efectos de que se repare la Ciclovía del Puente Blanco en el acceso a nuestra ciudad capital, atento a la peligrosidad que para ciclistas y motociclistas representa el mal estado de la misma.
La requisitoria se originó a partir de que el Organismo de la Constitución, efectuó numerosas solicitudes en el sentido antes señalado al Distrito 22 de Vialidad Nacional, recibiendo respuesta formal de dicho organismo, el 19 de septiembre del año pasado, donde el ingeniero Héctor Enrique Contato, titular de la División Conservación del Distrito 22, afirmó que: “A la brevedad, el Distrito 18 – Chaco – a cargo de la supervisión y mantenimiento de la ruta mediante Contrato COT (Construir Operar Transferir), ordenaría los trabajos de reparación a la empresa contratista”. “Pasados más de tres meses sin que nada se haya realizado, -remarcó la Defensora del Pueblo Adjunta, Dra. Sylvina Portillo-, no nos queda otro recurso administrativo que acudir a la autoridad superior de Vialidad Nacional, que no es otro que el propio titular de la misma para que, atento a los numerosos reclamos de los usuarios de la vía pública, que son decenas de miles de formoseños que diariamente se ven obligados a transitar por la ciclovía del puente Blanco, las requisitorias formuladas por la Defensoría del Pueblo y a para evitar la causación de siniestros en el lugar, los cuales, dados los antecedentes, harían directamente responsables a los encargados del mantenimiento del sector vial, se realicen las obras de reparación que, de manera urgente, requiere el mismo”.
Indico que “de no obtener respuesta positiva, finalizó diciendo la funcionaria, el siguiente paso es acudir a la Presidencia de la Nación, de la cual depende, directamente, la Dirección Nacional de Vialidad”.
La Ciclovía sobre el Puente Blanco en el acceso a nuestra Ciudad Capital se encuentra en pésimo estado de conservación