En la sede de la Biblioteca » Martín Ruiz Moreno» de esta ciudad se llevó a cabo este lunes 11 de noviembre una charla acerca de la importancia que adquiere para el futuro de la provincia y el país el cuidado del medio ambiente en una jornada coincidente con la celebración del Día del Árbol Formoseño.
La exposición estuvo a cargo de la ingeniera forestal Miryan Ayala acompañada de otros colegas de la facultad de Recursos Naturales de la Universidad Nacional de Formosa.
Las exhortación básica fue «debemos cuidar de nuestros árboles y seguir plantando muchos más» para precisar que ha sido reconocido el lapacho como el Árbol Formoseño.
Señaló que “los arboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza; nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre tierra” .
Explicó que además de todo ello “son los distribuidores del oxígeno, tan necesario para vivir por lo que llama, sobre todo a las nuevas generaciones, a sumarse a esta campaña del cuidado y la protección de sus beneficios a abrazar un árbol cada vez que les sea posible”.
La ingeniera Ayala menciona que el Día del Árbol Formoseño es un recordatorio de la importancia de proteger las superficies arboladas y bosques.
Comenta que los árboles, entre otros muchos beneficios, transforman el dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, en biomasa, minimizan los riesgos de inundación y evitan la erosión entre otras muchas funciones.
La profesional de la UNAF planteó también la necesidad de fijar la mirada en los árboles nativos ya que mejoran el paisaje urbano y rural y aumentan el valor de las propiedades y ademas, porque su sombra modera las altas temperaturas de verano; recomponen la naturaleza original de cada región y filtran el polvo y disminuyen los ruidos.
También destaca que los árboles nativos infiltran agua al suelo y amortiguan las inundaciones; son un aporte fundamental ante el cambio climático; atraen los pájaros y otras especies autóctonas; se adaptan mejor al suelo y al clima; dan flores en algunas especies en dos estaciones; protegen del viento y las lluvias y elevan nutrientes enriqueciendo el humus.
En su exposición, también llamo a la vecindad de la ciudad a cuidar los espacios verdes, paseos, plazas y parterres para describir, paso a paso, el modo ideal de operar para plantar un árbol.