El Jefe de Infectología y Control de Infecciones del Hospital de Alta Complejidad, Julián Bibolini, reflexionó acerca de la psicosis generada en la sociedad a raíz de la expansión del coronavirus y pidió a la comunidad ocuparse en evitar más casos de dengue.
“No estoy diciendo que esté mal que la gente entre en conocimiento sobre las circunstancias del coronavirus pero tampoco hay que exagerar en la respuesta porque estamos todos detrás de un barbijo”, sostuvo.
Y aclaró: “Hasta ahora el dato del fallecimiento por el virus estará cerca de cuatro mil personas en todo el mundo, donde hay más de tres mil millones de habitantes”.
En ese sentido, comparó las cifras de otros flagelos que provocan la muerte tanto en el país como a nivel mundial y dijo que en Argentina, sólo en 2019, murieron seis mil seiscientas personas en accidentes de tránsito; y ciento cincuenta mil por tuberculosis en todo el planeta.
“Es decir que hay muchas otras patologías muchas más complejas a nivel mundial pero no estamos volviéndonos locos. Murieron setecientos setenta mil pacientes por HIV en el mundo, mientras que el coronavirus no llega a los cuatro mil, y nadie salió corriendo a buscar preservativos como barbijos”, expresó.
Y aclaró: “La preocupación no está mal pero hay que ocuparse, interiorizarse, no guiarse de los mensajes que circulan en las redes de lo que supuestamente dicen profesionales, no sabemos de dónde vienen, cualquiera los puede escribir. Hay que bajar la información de los portales seguros que es fidedigna”.
En ese contexto, Bibolini sentenció: “Nos preocupamos por el coronavirus pero el dengue nos va a comer vivos si no tenemos medidas de prevención para evitar que aparezcan nuevos mosquitos que nos piquen”.
E incitó a la población formoseña a cambiar la conducta preventiva y tomas los recaudos necesarios para evitar la propagación del insecto portador del virus.
“Si seguimos así sin tomar ese cambio de conducta nos va a ir peor y no será por el coronavirus sino por el dengue”, aseveró.
Por otro lado, aseguró que los casos que fueron positivos tanto en Paraguay, como en Corrientes, e incluso en Latinoamérica, son de personas que viajaron a países de Europa o Asia y que se contagiaron del virus allí, pero al volver trajeron la infección.
“Por eso se tomó la medida del autoaislamiento apenas se regrese de esos lugares durante 14 días, que no vayan al trabajo ni a clases. Si viajaron hace dos meses o un mes ya no, porque los síntomas tendrían que haber aparecido antes. Esto es para los últimos 14 días”, indicó.
Respecto a los síntomas, el especialista relató que pueden ser muy variados, desde un resfrío común, con síntomas respiratorios, molestias en la garganta, secreción nasal, tos seca o húmeda, que puede variar. Pero el dato relevante que guía a los profesionales a identificar la patología, es la fiebre igual o mayor a 38 grados.
“En algunas situaciones en particular, de casos más graves que son del 3%, que corre el riesgo de mortalidad, se da en los pacientes mayores de 64 años, por lo tanto la otra recomendación es que toda persona mayor de esa edad cumpla el carnet de vacunación”, señaló.
Y agregó que en Argentina se trata de las vacunas antigripal y para el neumococo, que son enfermedades respiratorias.
“Porque si no estás vacunados tenés muchas cosas en contra y obvio más posibilidades de que te vaya mal, entonces por lo menos cuidémonos con lo otro para tener un mejor sistema inmunológico”, resaltó.
Por último, explicó que el mito de que el coronavirus no resiste altas temperaturas, tiene que ver con que como toda infección viral respiratoria circula más fácil en épocas de invierno, lo que no significa que no exista en verano, sino que será en menor medida, como cualquier gripe.
“La posibilidad de que sea verano es que la circulación sea muy limitada, por lo tanto el impacto en ese tiempo será limitado. Esa es la hipótesis que tiene la parte científica, después hay que ver la realidad, pero hasta ahora creemos que puede pasar eso”, concluyó.