Testimonio de una formoseña que volvió a casa, pero por ahora cursa la cuarentena en el centro preventivo de aislamiento que funciona en la Escuela de Cadetes
Pampita Peralta es una de las jóvenes que pudo volver a Formosa en los últimos días y se encuentra cumpliendo la cuarentena preventiva en la Escuela de Cadetes. Su visión es distinta, de valoración y agradecimiento porque sabe que transcurridos los 14 días podrá reencontrarse con su familia.
“No estamos presos, simplemente aislados del resto de los formoseños por 14 días para proteger a mi familia, vecinos y a toda la sociedad formoseña”, destaca la joven que tuvo que pagar 8000 pesos a un taxi para que la traiga a su provincia desde Buenos Aires.
Licenciada en Comercio Exterior viajó a Buenos Aires por cuestiones familiares y laborales y quedó atrapada por la cuarentena dispuesta para todo el país. En Formosa, vive con su madre en el barrio La Nueva Formosa.
“Salí de Buenos Aires a las 5.30 y llegué a Formosa (Mansilla) a las 18 horas. A las 22 horas ya estábamos en el Hospital de Alta Complejidad, en la parte de la UPAC (Unidad de Pronta Atención de la Contingencia). Fuimos escoltados por un patrullero. Allí estuvimos hasta las 01, mientras nos informábamos del protocolo para cuidarnos, cuando nos trasladaron hasta el centro preventivo”, contó la formoseña.
Admitió que al llegar a la Escuela de Cadetes sintió cierto temor, lo que atribuyó a que era la primera vez que recibía indicaciones de efectivos de la Policía pero reflexionó sobre la particular situación de pandemia y se comprometió a cumplir los horarios y especificaciones realizadas.
“Después -continuó su relato- nos llevaron a las habitaciones entregándonos antes elementos de limpieza como lavandina, detergente, trapo de piso, escoba, escurridor, esponja, papel higiénico. En las piezas las camas son cuchetas, las sábanas son nuevas, limpias y hermosas. El cuarto había que limpiar, por lo cual esa noche dormimos y al otro día nos dispusimos a limpiar todo. No se me cayó la mano por eso ni nada; al contrario, si voy a vivir acá 14 días lo mínimo que puedo hacer es limpiar para mí”.
Manifestó que al día siguiente, el director de la Escuela de Cadetes concurrió y les preguntó sus necesidades puntuales, disponiendo algunos arreglos y cambios para mejorar la comodidad de las jóvenes.
“Se nos informó que nuestros familiares nos pueden traer lo que necesitemos para la estadía así que con mis compañeras nos fijamos qué podíamos llegar a necesitar y pedimos varias cosas: galletitas, mate cocido, café, azúcar, champú, crema de enjuague, dentífrico, agua, papel higiénico, virulana, repasadores, gaseosa, platos, vasos, yerba, golosinas, cigarrillos, frutas y hasta heladera, televisor y dvd. Nos armamos un minidepto”, indicó Pampita Peralta.
Negó sentirse presa y reconoció la necesidad de aislamiento. “La verdad yo estoy feliz, muy cómoda y agradecida por la atención de los policías, que si bien en un principio les tenía miedo, comprendí que no tengo por qué temerles, están para servirnos y ayudarnos siempre con mucho respeto. Lo valoro muchísimo a eso. Se ganaron un lugar en mi corazón”, consignó.
Sostuvo que ésta es su experiencia, su vivencia y su actitud ante esta pandemia, la que quiso compartir con la sociedad formoseña a través de su cuenta de Facebook y no dudó en cumplir con los requisitos de aislamiento necesarios para poder dentro de 14 días ver a su familia sana y unida en un abrazo.
Por último, deseó que todos aquellos formoseños que se encuentran lejos de su tierra puedan regresar a sus casas, sabiendo lo difícil y angustiante que es estar lejos. “Si tienen la oportunidad de volver, háganlo, respeten lo que hay, que no será con lujos pero es con mucho esmero y compromiso para que podemos en poco tiempo más vencer esta pandemia”, concluyó.