El licenciado Daniel Denis, director de Auditoría del Instituto de Asistencia Social (IAS), puntualizó sobre el estricto protocolo de seguridad sanitaria que deben cumplimentar las agencias de quiniela, que reabrieron en el marco de la Fase 4 del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
“Más allá de que el juego responsable es un espacio que genera la recreación y la diversión, también sabemos que detrás hay muchas familias que viven y es un elemento generador de puestos de trabajo, con lo cual hoy podemos decir que ya nuestra quiniela formoseña, la poceada y el domingón ya están activos, al igual que nuestra red de ventas en toda la provincia”, destacó.
Hizo notar que “previo a la habilitación de la actividad, hubo un fuerte trabajo con el Consejo Integral de la Emergencia COVID-19 junto a las autoridades del Instituto y la Cámara de Agencieros, en donde se trabajó punto por punto cuáles serían los criterios más importantes para poder desarrollar”.
“Fue así que se generó este protocolo, ya que se trata de una actividad comercial donde las personas asisten a un local en el que se deben cumplir determinadas medidas de seguridad sanitaria”, remarcó Denis.
En ese sentido, precisó que “a este protocolo puede acceder cada agenciero. El personal del IAS fue informó que el mismo puede descargarse de la página web www.formosa.gob.ar, al igual que los permisos de circulación para cada vendedor móvil, ya que sin éste no puede circular por la vía pública, donde el mismo Instituto lo expide”.
“Este protocolo lo que busca es dar seguridad tanto al cliente como al permisionario porque aquella persona que decide ir a apostar tiene que saber que esa agencia está preparada con todos los elementos de seguridad y de prevención contra el COVID-19, desde el mínimo detalle como la limpieza y la desinfección hasta el uso de los elementos necesarios como el alcohol en gel, jabón líquido antibacterial, entre otros”, subrayó el funcionario.
Además de la utilización obligatoria del barbijo tanto para el agenciero como para el cliente, apuntó que “otro requerimiento es la colocación de una barrera física de protección –de vidrio o acrílico- que separa al apostador y al permisionario a la hora de llevar adelante la apuesta”, mencionando también “todo lo que conlleva el distanciamiento social tanto interna como exteriormente”.
Es que a los efectos de evitar aglomeraciones, la espera del ingreso al local de los apostadores deberá realizarse en el exterior del punto de venta, respetando el distanciamiento social mínimo de dos metros entre personas.
“Estamos haciendo un fuerte trabajo de control y fiscalización de todas las agencias, que en total son 158, a los efectos de verificar el cumplimiento del protocolo de seguridad sanitaria”, puso de relieve, resaltando que “de esas 158 agencias, a la fecha más de 50 ya fueron auditadas y habilitadas”.
Finalmente, acentuó que “siempre apelamos a la responsabilidad social que tiene cada permisionario a la hora de llevar adelante la actividad, porque más allá de los protocolos creo que el compromiso en esta lucha contra la pandemia tiene que venir de cada uno de nosotros”.