Con capacitaciones que fomentan el buen diálogo con los vecinos para explicar paso a paso las medidas de prevención que deben llevarse a cabo
Operadores sanitarios que se desempeñan en la lucha contra el dengue reciben intensivas capacitaciones, con el objetivo de reforzar los amplio entrenamiento que abarca las múltiples actividades de dicha campaña.
El Gobierno de Formosa, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, ofrece una permanente capacitación a los brigadistas y técnicos que despliegan las tareas de prevención, tanto en la capital, como en el interior de la provincia.
Los encuentros son organizados y llevados adelante por el Departamento de Control de Vectores y Zoonosis, dependiente de la cartera de salud y se desarrollan a través de charlas-talleres con modalidad teórico prácticas que permiten un exhaustivo adiestramiento del personal para el control del mosquito Aedes aegypti, vector del Dengue.
“Apuntamos a que nuestros técnicos y operadores tengan la mayor preparación y conocimientos sobre las tareas que realizan diariamente, no solo para un mejor desempeño de ellos mismos, sino también de las acciones que llevan adelante con los equipos y máquinas que utilizan para las labores preventivas contra el Aedes; también para mejorar la comunicación y concientización de los vecinos acerca de las medidas de prevención”, expresó el responsable del área de Vectores y Zoonosis, médico veterinario Alejandro Romero.
En las jornadas se hace “un abordaje integral en cuanto al control del mosquito”, aseguró e indicó que las distintas acciones que realizan las brigadas tienden a evitar la presencia del insecto en el ambiente, ya sea en sus formas inmaduras acuáticas (huevo y larva) que requieren de la eliminación de los recipientes, los cuales pueden ser potenciales criaderos donde el mosquito pone sus huevos, y el uso del larvicida para eliminarlo en su estado de larva.
Igualmente, en estas instancias de capacitación, son tratadas las estrategias que deben emplearse “para su eliminación en la fase adulta”, lo cual se logra a través de “la aplicación de los insecticidas con las fumigaciones y rociados”, ya sea, en los lugares públicos (calles y espacios abiertos) y en los domicilios particulares; además, de “la concientización de los vecinos para evitar las picaduras por medio del uso del repelente”, explicó.
De este modo, los ejes centrales desarrollados son entre otros: uso adecuado del equipamiento y de los elementos de protección personal (EPP); uso de los insecticidas y aplicación correcta, fumigaciones en la vía pública y manejo de máquinas pesadas; descacharrizados; fumigaciones domiciliarias y manejo de máquinas termonieblas; uso del larvicida y del repelente.
Cabe mencionarse que además de los temas puntualizados, se pone de relieve el contacto estrecho de los operadores con los vecinos. “Ellos son los que salen, día a día, a las calles y tienen el contacto directo con las familias en sus propias casas”, valoró Romero.
En tanto, insistió que “es fundamental que tengan un adiestramiento adecuado, sobre cada una de las estrategias que forman parte de la campaña de prevención de esta enfermedad para que puedan optimizar el diálogo con los vecinos, y transmitirles el mensaje de la mejor manera posible. Explicarles, paso a paso, como deben llevarse a cabo los cuidados, haciendo hincapié en el tratamiento adecuado de los recipientes en las casas y los alrededores, más el uso correcto del larvicida y del repelente que son las medidas preventivas claves”.