Mediante la resolución 42/112, aprobada el 7 de diciembre de 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió conmemorar el “Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas” cada 26 de junio para reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas.
Desde ese entonces, a pesar de las diversas políticas adoptadas por los países miembros y la gran cantidad de recursos invertidos para implementarlas, este serio problema mundial lamentablemente no ha dejado de crecer y agravarse.
La situación en Argentina
Según el último estudio realizado por el Observatorio Argentino de Drogas, en el año 2017 en población general de 12 a 65 años en nuestro país las sustancias que presentan mayores tasas de consumo de son alcohol (81,0%) y tabaco (51,3%), ambas de uso legal. La Marihuana se ubica en tercer lugar, con una tasa de consumo del 17,4%, en tanto que el consumo de cocaína el 5,3%.
Estadísticas de consumo en Formosa
Según este mismo estudio nacional entre la población de 12 a 65 años que reside en la provincia de Formosa, el 79,0% consumió alguna vez en la vida alcohol, y el 40,3% fumó tabaco. Las prevalencias de vida de marihuana y cocaína, por otro lado, son 6,2% y 1,9% respectivamente. En todas las sustancias bajo estudio los valores correspondientes al consumo registraron valores menores a las medias obtenidas en el plano nacional.
La lucha contra el narcomenudeo
El General ® Juan Bernabé Escobar, a cargo de la Subsecretaría de Lucha contra el Narcocrimen señaló que en Formosa “la lucha contra las drogas es una política de Estado, tanto desde la oferta como desde la demanda. Porque los trabajos son complementarios y los abordajes deben ser integrales. Tanto es así, que la oferta, tiene dos aspectos: el abordaje de lo instalado y la prevención de las amenazas regionales. Se lucha de forma reactiva, apuntando a una línea proactiva que nos impone nuestra geografía”.
“Bajo estos dos aspectos, se moviliza de forma sostenida, reforzando constantemente la presencia en el territorio y agudizando, con capacitación la investigación criminal, ya que tener una fuerza de seguridad equipada y formada genera una seguridad a la institución que luego se refleja en el resto de la comunidad. Así es que recorrida ya, la primera mitad del año 2020, los números arrojan resultados positivos con proyección positiva” argumentó.
Indicó el funcionario que “Se delinea en forma permanente, coordinación y cooperación dentro de toda la Policía formoseña en un trabajo, claramente al unísono con el fuero de lucha del Narcocrimen. Tanto es así, que ni la feria judicial del mes de enero, ni el estado de excepción que se atraviesa a partir de la pandemia desatada por el COVID/19, impidieron a la institución policial seguir con los procedimientos en la vía pública, ni con los allanamientos”.
Dijo que por el contrario, “se profundizaron los controles para garantizar la seguridad y la sanidad” y a eso “lo revelan las cifras frías que tienen una profunda representación social en la calidad de vida de los barrios que se puede traducir en ecuaciones simple: Menos drogas, menos peligros”.
La prevención y el tratamiento de las personas con adicciones:
Por su parte, el Licenciado Marcelo Kremis, a cargo del Instituto de Investigación, Asistencia y Prevención de las Adicciones – I.A.P.A. expresó que el gobierno provincial ha impulsado decididamente el desarrollo de una red de prevención y asistencia de las adicciones en todo el territorio provincial, organizada en un sistema de complejidad creciente, para brindar así la mayor accesibilidad a las personas y familias afectadas por esta problemática, en forma completamente gratuita, e inclusiva.
Destacó que ya son 10 centros de tratamiento los que se encuentran en funcionamiento, dispositivos ambulatorios, centros de día y una comunidad terapéutica de mayor complejidad, dónde desde su puesta en funcionamiento en el año 2016, se han asistido 2797 personas de toda la provincia. Solo en este año se llevan atendidas a 671 personas, con un promedio de 22 años de edad. Este trabajo de recuperación se completa con un programa de reinserción educativo, capacitaciones en oficios y de integración socio-laboral.
“El modelo formoseño, que tiene al ser humano en su centro y que coordina todas sus acciones para un abordaje integral e integrado de cada una de sus necesidades, también tiene en cuenta esta compleja problemática mundial, articulando cada una de sus áreas, brindando las condiciones de posibilidad para que cada formoseño y formoseña se realice en su provincia” recalcó Kremis.