El doctor Juan Carlos Atencia, director provincial de Laboratorios del Ministerio de Desarrollo Humano, subrayó que la donación de plasma “es una técnica segura, indolora, dura poco tiempo y aporta un beneficio muy grande a todos aquellos pacientes que estén cursando el COVID-19 en un estado moderado o grave”.
Tras destacar la “actitud altruista” de las personas que se vieron afectadas por la enfermedad y que hoy ya recuperadas están dispuestas a donar, remarcó que “el pueblo formoseño agradece esta capacidad de poder entender que hoy, con la donación de plasma, se pueden salvar vidas”.
“La obtención del plasma es una alternativa segura para tratar aquellos pacientes que se encuentran cursando la enfermedad en un estado moderado o grave. Esto también se llama terapia de anticuerpos pasiva porque en lugar de que el organismo genere sus propios anticuerpos directamente se los coloca”, explicó el especialista en declaraciones recogidas por AGENFOR.
Según consignó, “a través de una máquina de aféresis se pueden separar los componentes de la sangre, sacando el plasma de los glóbulos rojos y las plaquetas. Esos componentes que no se van a utilizar retornan al organismo del donante, que al cabo de 72 horas puede volver a donar”, apuntando que ello puede hacerlo de tres a cuatro veces al mes y un total de 24 veces al año”.
“Es una técnica segura, indolora, dura poco tiempo y aporta un beneficio muy grande a todos aquellos pacientes que estén cursando el COVID-19 en un estado moderado o grave”, recalcó, enfatizando que en Formosa no existe la circulación comunitaria del virus.
Trabajo multidisciplinario
A su vez, Atencia puntualizó que “antes de iniciar el proceso de la extracción de plasma el donante pasa por una serie de estudios, que son serológicos, para ver su estado y también se le hace la cuantificación de anticuerpos COVID-19 IgG”.
“En Formosa la cuantificación la estamos haciendo de dos maneras: una técnica cualitativa y otra cuantitativa. Es decir, por un lado nos dice ‘hay’ y por otro, cuánto hay”, señaló y abundó detallando que “estamos trabajando con referencia y contra-referencia con la doctora Andrea Gamarnik del CONICET, el doctor Jorge Geffner, jefe de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA, y la doctora Alejandra Vellicce, jefa de Hemoterapia del Hospital de Clínicas de Buenos Aires”.
En ese sentido, puso de resalto que “estamos haciendo un trabajo multidisciplinario porque tenemos un grupo de profesionales de distintas áreas: la doctora Griselda Salinas, bioquímica que está a cargo del Centro Provincial de Hemoterapia; el técnico Sebastián Hermosilla, responsable del servicio técnico del Banco de Sangre; la licenciada Karina Portillo, asistente social y quien establece el nexo con el donante y las charlas previas donde le explicamos todo el proceso de la donación; el doctor Carlos Alberto Pérez Labarthe, que fue el encargado junto con la bioquímica Patricia Rolón de establecer la puesta a punto de los dosajes de los anticuerpos. También participan el doctor Diego Solís, responsable del Servicio de Laboratorios del Hospital de Alta Complejidad, y el administrador general del HAC, el doctor Marcelo Prochasko”.
Mencionó además al doctor Juan Manuel Cambra, responsable de la Casa de Formosa en Buenos Aires, quien gestionó el envío a la provincia de los reactivos.
“Realmente hemos tenido un muy buen logro”, acentuó Atencia, quien aseguró que “vamos a seguir en este camino porque esto permite que mejoremos cada vez más la posibilidad de esta acción”.
Donantes
Respecto de los donantes, el funcionario detalló que están en un rango etario de entre 18 y 65 años, a quienes se les efectúa un estudio de enfermedades infectocontagiosas. “Si tienen otra patología de base no complica ni altera la capacidad del plasma. Sí depende la cantidad que se pueda sacar, ya que tiene que ver con que tenga un buen acceso venoso y también de la producción de anticuerpos porque se estima que siete de cada diez pacientes convalecientes producen anticuerpos, por lo tanto tenemos un 70% de donantes posibles que tengan los mismos”, describió.
En cuanto al acceso venoso, precisó que “la máquina que se utiliza no aspira para sacar la sangre, sino que el flujo de la sangre del paciente circula a través de la máquina, con lo cual no influiría una patología que no sea una enfermedad infecciosa”.
“Tenemos dos equipos para hacer aféresis, así que no existen posibilidades de contratiempos. Uno de ellos es portátil”, refirió.
Finalmente, el director provincial de Laboratorios informó que esta semana “iremos al interior a hacer las consultas previas con las personas que van a ser donantes”, marcando que “se está hablando con la mayoría de los pacientes que están siendo dados de alta, ya que esto es totalmente voluntario. El donante es quien establece si dona o no, nosotros no lo estamos exigiendo. Tenemos una muy buena receptividad al respecto”, apuntando que ello «puede hacerlo de tres a cuatro veces al mes y un total de 24 veces al año”.