Con visitas casa por casa
Como se replica en toda la provincia, en la localidad de Pastoril, al noreste del territorio formoseño, siguen los operativos para asegurar que los vecinos de todas las edades tengan al día las vacunas que se encuentran incluidas en el calendario nacional vigente, las cuales son gratuitas, obligatorias y altamente efectivas para prevenir un gran número de enfermedades, que pueden ser desde leves hasta muy graves.
Con las medidas de protección vigentes para la prevención del COVID-19, en este caso, los vacunadores del hospital de la citada localidad, recorrieron una vez más los barrios, visitando casa por casa, para suministrar a los niños de 18 meses de vida, la dosis de vacuna antiamarílica, destinada a prevenir la fiebre amarilla.
Esta vacuna es segura, muy eficaz y brinda protección a partir de los 10 días de ser aplicada. La Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que una sola dosis es suficiente para dar inmunidad y protección de por vida. Sin embargo, considera un esquema específico de vacunación para las zonas consideradas “de riesgo” respecto a esta enfermedad.
“Nuestra provincia se encuentra dentro de las zonas de riesgo. Para estos casos, el calendario de vacunación indica una dosis al año y medio de vida (18 meses), más un refuerzo a los 11 años (a los 10 años de la primera dosis)”, comentaron desde el Departamento de Inmunizaciones del Ministerio de Desarrollo Humano.
¿Qué es la fiebre amarilla?
Llamada así porque a muchos de los enfermos se les pone la piel de este color, es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de ciertas especies de mosquitos, generalmente “Aedes”, como el Aedes aegypti, vector también de los virus del dengue, zika y chikungunya.
Es característica de regiones tropicales como África y América Latina. En Argentina, las principales zonas de riesgo son las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa, además de otras áreas limítrofes con Brasil, Bolivia y Paraguay.
Inicialmente, presenta síntomas similares a los de la gripe, con fiebre, dolor de cabeza, vómito y dolores musculares. Pero puede evolucionar en forma grave, causando falla hepática, renal, cardíaca, y hemorragia generalizada, provocando la muerte.
Los especialistas en infectología e inmunizaciones, indican que las personas de mayor edad y los niños tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad en su forma grave. Y si bien no tiene tratamiento específico, puede prevenirse de manera eficaz mediante la vacunación, que debe cumplirse como lo indica el calendario para lograr su máxima efectividad.