ARGENTINA EN EL ESPACIO
Tras el histórico lanzamiento del satélite espacial resaltan la importancia del proyecto
El gerente de Proyectos Espaciales del INVAP, Guillermo Benito, en contacto exclusivo con AGENFOR, destacó la importancia del lanzamiento del satélite nacional Saocom 1B (Sistema Argentino de Observación Con Microondas) al afirmar que la información que genera “es única en el contexto internacional”. Además, brindó precisiones sobre las características del proyecto que fue liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y donde la empresa INVAP, fue la principal contratista para la construcción del satélite.
“El proyecto del Saocom 1B nos provee una manera de ver la Tierra desde el espacio de modo diferente, que hoy no existe y generar datos que nos permite tomar decisiones sobre el uso de recursos, sobre situaciones de emergencia, aplicaciones como por ejemplo la humedad del suelo, entre otras funciones”, precisó.
Explicó que el satélite cuenta con una tecnología de radar para observación, que si bien varios países ya lo tienen, “existen diferencias en los radares de acuerdo a la banda de frecuencia que se utilice para tomar las imágenes o emitir y recibir los ecos”, ahondando en que las bandas de frecuencia se diferencian con letras X, C, S, L.
“Para tener una idea cada banda de frecuencia es como si fueran colores dentro del espectro visible, lo que permite que se puedan ver las cosas en diferentes colores en función del espectro de frecuencia que tiene”, graficó.
Banda L
En el caso del Saocom 1B la banda de frecuencia es L, que tiene una longitud de onda muy larga, lo que implica contar con una antena muy grande para poder operar. “Hay pocos países que construyen este tipo de satélites ya que usan frecuencias de onda más chicas como X o C, sin embargo el Saocom, junto al satélite japonés son los dos únicos que existen en banda L”, destacó.
“Lo que aporta datos complementarios a todos los otros radares”, advirtió y a su vez se diferencia del satélite japonés en que “el Saocom tiene la particularidad de poseer radar polarimétrico que permite medir longitud de ondas cruzadas”, agregó.
Órbita polar heliosincrónica
Asimismo, otra característica a la que se refirió el ingeniero nuclear Guillermo Benito es que la órbita del satélite se llama polar heliosincrónica “lo que significa que va del Polo Sur al Polo Norte, básicamente, y de esa manera a medida que la Tierra gira permite tomar imágenes de cualquier parte del mundo”.
“Por lo tanto, -explicó- el hecho de que sea heliosincrónica, hace que siempre se oriente de la misma manera respecto al Sol, el horario de pasada es a las 6 de la tarde o a las 6 de la mañana en cualquier lugar del mundo”.
Esa órbita tiene una altura de 620 km. y donde el satélite toma imágenes de costado a una distancia más o menos de 900 km. del terreno que está observando.
Por ello, el gerente de Proyectos Espaciales del IVAP, resaltó que “la información que genera el satélite nacional es único en el contexto internacional”.
El uso de las aplicaciones
Luego, profundizó sobre las muchas aplicaciones que posee y en ese sentido, marcó que puede medir los desplazamientos del terreno con mucha precisión, permitiendo generar mapas de altura y de relieve; así como mapas comparativos para hacer seguimientos del relieve. “Toda esta información puede llegar a servir para prevenir una erupción volcánica; o para conocer como se reacomodan las distintas áreas y superficies tras un terremoto”, ejemplificó.
Asimismo, puede servir para conocer la humedad del suelo, que si bien es importante para el agro, también lo es para la gestión de inundaciones, al explicar que “los suelos saturados que tienen mucha humedad en las cuencas son más propensas a inundarse, mientras que aquellas que aquellos terrenos más secos absorben más agua cuando llueve y la probabilidad de inundaciones son menores”.
Entonces, mediante el seguimiento de los terrenos se puede advertir situaciones de emergencia como puede ser una catástrofe, “donde a través de la toma de imágenes de noche o imágenes sobre las nubes, puede ayudar a determinar las vías de acceso en lugares donde hayan quedado aislados por algún fenómeno meteorológico o incendios, y cuáles son las vías de acceso que están disponibles y cuáles están interrumpidas», profundizó sobre los distintos aportes que realiza la información que genera el satélite espacial.
Reseña del proyecto
Por otro lado, el gerente de la empresa INVAP, Guillermo Benito reseñó que el proyecto fue liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y donde INVAP fue el principal fabricante, aunque subrayó que “la antena de 40 metros cuadrados que se desplegó recientemente en el espacio de manera exitosa fue hecho por otras empresas”. “Con lo cual fueron en el orden de 80 empresas de base tecnológica las que participaron en estos desarrollos”, añadió.
En esa línea, agregó que la construcción del satélite espacial demandó más o menos 3 millones de horas de trabajo de todas las personas que estuvieron involucradas, y que el mismo pesa tres toneladas.
“Esta experiencia llevó mucho tiempo y para nosotros (desde INVAP) este trabajo fue una propuesta para generar valor agregado dentro de Argentina, ya que al final del camino lo que estamos logrando es incrementar la inclusión del país de alguna manera”, destacó categórico, agregando que ese es el compromiso de todos los proyectos tecnológicos que se llevan adelante desde la empresa rionegrina con base en la ciudad de Bariloche.
Finalmente, el Saocom 1B, -idéntico al Saocom 1A que fue lanzado en el 2018-, tiene una vida útil de siete años. Por lo que indicó en el final que “hay que empezar a trabajar para cuando se termine la vida útil del Saocom para que Argentina siga haciendo proveedora de estos datos a nivel mundial y no se pierdan las aplicaciones que se hayan desarrollado en base a esta información”.