El subsecretario de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental, Hugo Bay, se refirió a las condiciones naturales que provocan la mortandad de peces en el bañado La Estrella
“Para empezar, las compuertas no tienen nada que ver y los medios nacionales desconocen totalmente lo que es la dinámica de la naturaleza, cómo funcionan los sistemas naturales como naturaleza, y qué es lo que el bañado La Estrella nos ofrece”, advirtió el funcionario provincial.
En este sentido, explicó que en los ríos también se generan mortandades y ejemplificó que suceden en el Río Paraguay cuando llegan las inundaciones, pero en el caso del bañado, la mortandad de peces se da por la escasez de agua.
Explicó que a los ríos llega una gran cantidad de agua en tiempos de inundaciones, lo que genera “un exceso de líquido y llenan los valles, generando una carga orgánica que a la vez provoca una competencia con los cardúmenes que se ven sorprendidos y que mueren por falta de oxígeno, ya que la vegetación les saca el oxígeno disuelto en el agua”.
El bañado La Estrella hoy se encuentra en su época seca debido a que el humedal cuenta con dos momentos: uno húmedo y otro seco.
“El bañado nos ofrece dos escenarios, uno cuando está cargado de agua y que es una explosión de vida; en cuestión de meses se convierte en otra expresión de la vida, pero que tiene que ver con la muerte porque parte de la naturaleza se aprovecha y se nutre de lo que deja de existir pero que actúa como un reaseguro para la existencia de otras especies, tanto de aves, reptiles, mamíferos, etcétera y lo que presenciamos no es más que la dinámica de la naturaleza en su expresión más natural”, subrayó Bay.
En este marco, detalló que la época húmeda comienza cuando las aguas de la cuenca alta de Bolivia empiezan a caer y llegan al bañado, aproximadamente en el mes de marzo. “Ahí comienza a cargarse el sistema y se genera un ambiente apto para la cría de peces, es una riqueza hídrica que luego empieza a irse”, precisó el subsecretario.
“Parte de esa población se queda en el lugar y cuando empieza a secarse en septiembre y octubre, se producen las mortandades que son una parte ínfima de todo lo que ese sistema natural produjo. Esto se repite año tras año”, detalló.
Asimismo, aclaró que “esto no tiene nada que ver con la contaminación, tiene que ver con la escasez de agua que genera esa competencia en la vida dentro del agua y hay algunas especies más vulnerables que otras”.
“El bañado tiene una capacidad de resiliencia, y producto de su dinámica en febrero o marzo, se vuelven a dar las condiciones y a explotar la vida”, culminó.