El inicio del periodo de ingreso escolar es una buena oportunidad para realizar evaluaciones múltiples a los niños a fin de asegurar un buen estado de salud para el buen rendimiento a lo largo del año.
Para referirse a ello, habló la doctora Norma Benítez, pediatra del Hospital de la Madre y el Niño, quien explicó que “desde pediatría recomendamos la visita al pediatra al menos dos veces al año, es decir cada 6 meses. Pero, el momento previo al inicio de la etapa escolar, se considera un excelente tiempo para consultar, chequear y ponernos al tanto del estado de salud de nuestros hijos”.
Y aludió también que el sistema sanitario público cuenta con la Libreta de Salud escolar “un documento útil e importante que además de ser un requisito para el inscribirse en el periodo lectivo, guarda información detallada y fidedigna de cada niño”. En la libreta se asientan controles médicos integrales y exámenes: odontológicos, oftalmológicos, del lenguaje y la audición.
La Libreta de Salud Escolar debe completarse en el nivel inicial y 1er grado; y posteriormente actualizarla en cada cambio de ciclo: 3er y 6to grado. Además recalcó que dichos controles sirven entre otros puntos para “controlar el peso, la talla, maduración y desarrollo del niño”. En tanto que del examen físico detallado pueden también “surgir la necesidad de solicitar estudios complementarios para vigilar la salud del niño y en tal caso, el profesional hará la derivación y orden oportuna”.
Calendario de vacunas
En principio, la especialista en niños recordó la importancia que tiene la revisión del carnet de vacunación y la aplicación de todas las vacunas necesarias para cada edad. “Nuestro sistema de salud provincial está preparado para suministrar todas los esquemas y dosis correspondientes; como también para dar la respuesta adecuada al niño que no se haya realizado alguna vacuna en tiempo y forma”, afirmó Benítez.
Las vacunas establecidas en el calendario “son de acceso completamente gratuito y de carácter obligatorio, por lo tanto encargamos a los padres que acerquen a sus chiquitos a los vacunatorios de la red de salud, ya sea en los centros de salud u hospitales más cercanos a su domicilio o al Vacunatorio de La Familia para que el niño reciba y esté al día con su carnet de vacunas”.
Hábitos saludables
Este tiempo es igualmente importante para que los padres “como adultos responsables” promuevan e instalen en los niños conductas “sanas y enriquecedoras”, recordando por ejemplo que “las cuatro comidas del día son fundamentales, que no deben asistir a clases sin desayunar o almorzar, que es necesario compartir tiempos con la familia y sin pantallas”. Es decir, apagar el televisor, dejar los celulares. “Fomentar espacios de diálogo, es algo que nos compete a los mayores”, destacó.
En esta línea dijo “los niños, deben realizar el desayuno, almuerzo, merienda y cena; evitar comidas chatarras”. Deben llevar adelante una alimentación variada con muchas frutas y verduras, y agua en gran cantidad, más aun teniendo en cuenta las temperaturas reinantes.
Las normas de higiene, el baño diario, lavado de manos antes y luego de ir al baño y antes de comer son también hábitos saludables que deben sembrarse. Por otra parte volver a la escuela significa la vuelta a los horarios, respetar las horas de sueño que nunca deben ser menos de 8 diarias “sobre todo en los adolescentes”. Dormir temprano, no ingerir antes de acostarse bebidas: colas, gaseosas, té o café que estimulan “para lograr así un sueño reparador, optimizar el descanso y tener un buen rendimiento a lo largo del día”.
Los padres no deben olvidarse que si en su casa hay adolescentes “la tarea encomendada es hablarles y escucharlos”. Esto es “importantísimo a la hora de prevenir adicciones como: el alcohol y el tabaco que son las primeras drogas ingeridas. Y a tener presente que “se educa con el ejemplo y desde el amor; alentando al niño siempre al desarrollo de aptitudes y actitudes positivas, marcando los límites necesarios y fomentando conductas responsables desde pequeños”.
Actividad física y sedentarismo
Evitar el sedentarismo es otra pauta esencial, instando al niño al juego libre o a la práctica de algún deporte que desee. Esto contribuye al cuidado de su cuerpo y buen desarrollo psicomotriz. Considere que el examen clínico exhaustivo por parte del pediatra “sigue siendo lo exigido para realizar ejercicios físicos”.