El 17 de octubre de 1945 nuestra Patria vivía una jornada popular que marcó un punto de quiebre en la historia. Significó el fin de una Argentina unitaria y desigual, sometida por la oligarquía local a los intereses de las potencias extranjeras, y el nacimiento de una conciencia nacional para una Argentina distinta, que debía ser justa, libre y soberana. Aquel 17 de octubre, antes que una revolución política, económica o social, fue una revolución cultural.
Esa jornada de sol radiante vio llegar largas columnas de trabajadores y trabajadoras hacia la Casa Rosada. Tenían distintas procedencias, historias e identidades políticas, pero ese día se hermanaron como Pueblo en la Plaza de Mayo para ungir como líder y conductor a Juan Domingo Perón, quien los había protegido y dignificado desde la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Al llenarse la ciudad capital de trabajadores y familias humildes, las minorías privilegiadas reaccionaron con desprecio e agravios, dejando en evidencia el odio que las anima cada vez que el pueblo reclama por sus derechos. Pero esa marea popular no se podía detener ni ocultar: era “el subsuelo de la Patria sublevada” en palabras de Scalabrini Ortiz, que se levantó para hacer valer su dignidad y hacer oír su clamor por justicia social.
El Pueblo nunca abandona a quien no lo traiciona, decía Perón. Aquel 17 de octubre fue la mayor muestra de lealtad que tuvo el pueblo hacia un conductor que nunca traicionó a los argentinos. No se había visto en el mundo una movilización popular tan masiva, pacífica y alegre.
A 75 años de su nacimiento, el peronismo sigue erigiéndose como un faro de justicia y dignidad para los pueblos. Sus sólidos principios doctrinarios y las conquistas políticas, económicas y sociales logradas nos marcan el camino que debemos seguir.
En tiempos de pandemia son más necesarios que nunca los principios de unidad, organización y solidaridad que nos enseñara Perón. Así como hace 75 años el pueblo argentino se unía para cambiar la historia, hoy debemos estar unidos para proteger la salud y la vida de cada compatriota y para seguir luchando por la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social, banderas que están izadas en lo más alto del Modelo Formoseño.
¡Feliz día de la Lealtad compañeros y compañeras!
Gildo Insfrán
Presidente del Partido Justicialista-Distrito Formosa