“El Gobierno de Formosa, desde la decisión del gobernador Gildo Insfrán, ha hecho un gran manejo de la pandemia”, destacó el consultor y analista político Raúl Timerman.
Al analizar las medidas adoptadas para enfrentar al coronavirus y el actual estado sanitario de la provincia, subrayó a AGENFOR que “el Gobierno de Formosa, desde la decisión del gobernador Insfrán, ha hecho un gran manejo de la pandemia”.
En ese sentido, resaltó que por un lado hubo “una actitud muy clara de responsabilidad y, en un segundo punto, el cuidado de la vida de las personas, incluso por encima de alguna gente de la ‘para’ Justicia que ordena cosas sin tener mucho conocimiento de causa y que provoca situaciones muy desagradables para el pueblo formoseño”.
Se refirió así al juez federal subrogante Fernando Carbajal, quien a través de avalar hábeas corpus permitió el ingreso a la provincia de personas que eran positivas de COVID.
“En realidad, es una ‘para’ Justicia porque es un juez subrogante”, marcó, aludiendo al parte informativo del jueves 5 del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19, donde se puntualiza sobre la detección de los casos positivos que ingresaron a través del fallo del magistrado subrogante.
Los primeros dos casos corresponden a un matrimonio con domicilio en Río Gallegos (Santa Cruz), que había enviado previamente constancias falsas de PCR negativos, y el tercero es el de una niña de dos años con domicilio en la Provincia de Buenos Aires que entró al territorio formoseño acompañada de su padre, personal de Prefectura.
En el puesto de control de Mansilla, el padre informó a la Policía que la niña había tenido resultado positivo a coronavirus de su estudio de PCR previo, por lo cual al ingresar a Formosa en cumplimiento de la orden judicial vigente fue trasladada al Hospital Interdistrital de Contingencia COVID-19.
“En el parte brindado por el Consejo del COVID quedó clarísimo que tres casos ordenados por el juez subrogante eran positivos y de ellos dos tenían certificados negativos falsos”, advirtió Timerman, planteando que “si no se hiciera el control que se hace, sería inimaginable el desastre que causarían estas tres personas positivas”.
Derechos
A su vez, si bien hizo notar que “hay que aceptar las opiniones diferentes de gente que piensa distinto”, aseveró que “el derecho de uno termina donde comienza el del otro”.
En esa línea, el especialista remarcó que “todo tiene un límite y lo que hay que hacer es respetar esos límites. Hay diferentes opiniones, pero alguien conduce. Y el que conduce determina lo que hay que hacer. La gente actúa en función del liderazgo”, concluyó.