Eran en su mayoría estudiantes que provenían de Corrientes, Santa Fe y Córdoba. Por la tarde, estimaron que llegará un nuevo contingente desde Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Este martes por la mañana, 68 jóvenes, en su mayoría estudiantes residentes de Corrientes, Santa Fe y Rosario, concluyeron su aislamiento preventivo y obligatorio en la Escuela de Cadetes de la provincia; y se reencontrarán con sus familias. Por tal motivo, responsables de la institución, les organizaron una modesta despedida en el patio del lugar respetando las medidas sanitarias vigentes para combatir el COVID 19.
Al respecto, el Comisario Inspector Cristian Riveros, quien es director del establecimiento, dialogó con AGENFOR y brindó detalles acerca de la estadía del contingente en el lugar.
“Transcurrieron 14 días alojados en este instituto y queremos brindarle algo a los chicos porque desde que los recibimos siempre le habíamos manifestado el gran compromiso que tenemos y queremos retribuirle todo ese cariño, respeto y valores que tienen estos estudiantes”, aseveró el responsable.
Y agregó: “Es loable destacar la predisposición, el buen trato, la alegría de estos estudiantes porque estos 14 días fueron para nosotros muy hermosos. Consideramos este tiempo como parte nuestra y despedirlos para que se vayan con su familia y comience a realizar su vida normal en esta provincia para nosotros es una alegría enorme”.
La Escuela de Cadetes fue el primer centro de alojamiento preventivo habilitado por el Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID 19, y desde el 10 de abril recibió a casi mil personas que debieron cumplir la cuarentena en el marco de las medidas establecidas por dicho organismo.
En ese marco, este martes a la tarde, recibirán a otro contingente de personas que provienen de Córdoba, Rosario y Buenos Aires.
En primera persona
Por otro lado, AGENFOR conversó con Alma Morel, oriunda de Clorinda y estudiante de Licenciatura en Criminalística en Corrientes, quien expresó su conformidad y agradecimiento en su paso por la Escuela de Cadetes.
“Fue increíble la atención, cada cadete, cada policía, el comisario principal tuvieron muy buena atención, siempre estuvieron predispuestos, todas nuestras necesidades y comodidades estuvieron cubiertas”, indicó la joven.
Además, relató que todas las mañanas el cuerpo médico visitaba cada habitación a controlarles la temperatura y revisar algún posible síntoma.
“Estaban pendientes de cualquier necesidad que tengamos, si necesitábamos un odontólogo, un ginecólogo, psicólogos, cualquier especialista también estaba a disposición nuestra las 24 horas del día”, aseveró Alma.
En lo que respecta a sus obligaciones como estudiantes, contaban con conexión a wifi en todos los cuartos y, en el caso de necesitar privacidad y mejor conexión para un examen o clase, tenían aulas disponibles y equipadas para la ocasión.
“También teníamos nuestros horarios para hacer ejercicio para cada circuito, estamos divididos así para tener contacto con la menor cantidad de gente posible, que también es el cuidado que se tiene, que por ahí se piensa que somos muchos, pero yo tuve contacto con cuatro personas que eran de mi habitación y nadie más”, aclaró la estudiante.
Dentro de las piezas, Alma aseguró que no compartían mates, tereré, vasos ni cubiertos; y que para salir usaban barbijos, ya que “por más que seamos de la misma habitación siempre se mantuvo el distanciamiento social”.
En cuanto a la alimentación y la limpieza, contó que les brindaron las cuatro comidas de manera gratuita; y se dividían en subgrupos, dentro del mismo cuarto para higienizarlo, “porque el baño no es compartido para las 5 (personas)”, sino que había dos sanitarios y dos duchas, por lo que cada subgrupo se encargaba del suyo, “para no tener tanto contacto”.
“Sabemos lo que es vivir con transmisión comunitaria”
Consultada por el bloqueo sanitario en su ciudad de origen, Clorinda, Alma manifestó estar “completamente conforme con la decisión del Gobierno de la provincia”, porque considera que es la única forma de cuidar tanto a los clorindenses, “aunque algunos piensan que no se los cuida”, como al resto de los comprovincianos, “para tratar que el virus esté contenido y no se expanda por ningún lado”.
“Nosotros que estuvimos fuera de la provincia sabemos lo que es vivir en un lugar donde hay transmisión comunitaria, es el riesgo de ir a comprar algo necesario y volver con el virus”, sostuvo.
Y expresó: “En Corrientes yo cursaba de forma online, pero estaba todo el día encerrada en mi departamento porque tenía miedo de salir a la calle porque ya te enterás que tu compañero tuvo, un vecino, un conocido, era mucho el miedo que se tenía allá”.
Por último, la joven resaltó “ahora estoy muy feliz y emocionada por salir”; y agradeció las atenciones recibidas en el centro de aislamiento que fueron totalmente gratuitas ya que “tampoco queríamos volver e ir a nuestras casas sin saber si tenemos el virus o no y poner en riesgo a nuestras familias”.
“Por ende, que nos brinden un lugar donde podamos hacer la cuarentena como corresponde y ahora que sabemos que estamos sanos poder reencontrarnos con nuestra familia, nos hace muy feliz”, concluyó.