Advirtieron que, el verano lluvioso y las altas temperaturas, están dadas las condiciones para que prolifere el mosquito.
En diálogo exclusivo con AGENFOR, el jefe del Departamento de control de vectores y zoonosis, Alejandro Romero, aseveró que continúan los trabajos intensificados de control vectorial y fumigación contra el mosquito aedes aegypti y solicitó a la población formoseña profundizar la higiene en los domicilios, sobre todo en épocas de precipitaciones.
Los trabajos se llevan a cabo de lunes a sábado en turnos matutinos y vespertinos, de 7.30 a 12 y de 16.30 a 19 horas.
“Se realiza un trabajo intensificado de control vectorial en razón de las lluvias frecuentes y de las temperaturas que favorecen el ciclo del mosquito aedes aegypti, con visita domiciliaria, concientización de la población y educación, ya que el mosquito es domiciliario y se cría porque se le proporcionan los recipientes necesarios para su ciclo de vida”, explicó el responsable del área.
En ese sentido, la labor que realizan desde el organismo implica la búsqueda de dichos recipientes y el control de focos del insecto.
“Nos estamos encontrando con proliferación de todo tipo de recipientes, sobre todo floreros, botellas, baldes y recipientes que permanecen en los patios y que con las lluvias que tenemos se cargan de agua y permiten el ciclo de este mosquito”, indicó; y agregó que estas tareas se complementan con la fumigación de los espacios.
Respecto a la entrega de larvicidas y repelentes, Romero argumentó que los primeros se proporcionan en hogares que cuentan con tanques o depósitos de agua que no están tapados de manera correcta; y aclaró que las piletas que están en uso no requieren tratamiento.
Por su parte, los repelentes son destinados a los bloqueos de casos sospechosos de dengue, que se incrementaron en el último tiempo, “entonces se realiza a fin de evitar la transmisión”.
“Se lleva adelante el control de focos y fumigación para mosquitos adultos en la manzana donde vive el paciente y en las ocho manzanas que lo rodean, sobre todo para evitar que los mosquitos piquen a otras personas y continúe la cadena de transmisión de dengue”, señaló.
Además, el funcionario aseguró que las tareas se realizaron durante todo el año pasado, incluso en el invierno ya que, en Formosa, por las temperaturas relativamente altas, hay presencia de mosquitos en todas las estaciones.
“Los índices bajaron durante el invierno porque hubo una sequía importante, pero con este verano lluvioso vemos que están dadas las condiciones para que prolifere el mosquito, sobre todo porque vemos que la población en este contexto de pandemia bajo los brazos en cuanto al cuidado en los domicilios”, observó.
Y concluyó: “Así que recalcamos la necesidad de controlar los patios, el interior de las casas, mínimamente una vez en la semana y sobre todo después de las lluvias, controlar que no haya recipientes cargados de agua de lluvia”.