En declaraciones recogidas por AGENFOR, la directora del centro de salud de la localidad de María Cristina, la doctora Irma Lotero, informó sobre la metodología de trabajo anterior y posterior a la llegada del coronavirus.
“Hace muchos años estamos trabajando en la zona –enfatizó-. Actualmente existen 19 comunidades con una población de 3820 personas, pero cuando llegué, hace 19 años atrás, eran solamente ocho comunidades y 2900 habitantes. O sea, hubo un avance en cuanto a la población en general y las comunidades”.
Indicó que en la mayoría de los lugares se cuenta con agentes sanitarios y con enfermeros universitarios que son oriundos de las comunidades, logrando así un mayor alcance con la población pues manejan el mismo idioma y su cultura.
Por otra parte, remarcó que con la llegada de la pandemia se empezó a trabajar en equipo y debido a que se conocía poco sobre la enfermedad, la primera medida que se tomó, fue adquirir y fortalecer conocimientos y posteriormente salir al terreno.
“Somos un centro de atención primaria y todos los meses tenemos los servicios de ecografía y laboratorio que vienen de Formosa con sus técnicos y/o bioquímicos del Hospital de El Potrillo”, y aclaró que las embarazadas son prioridad en este tipo de prestaciones.
“Como es de puro conocimiento, nuestro distrito tenía un alto índice de mortalidad en cuanto materna e infantil –indicó-. Sin embargo, durante todos estos años, con el trabajo integrado entre ambos profesionales (agentes sanitarios y enfermeros) se pudo ir mejorando la atención y los índices”.
En cuanto a la situación sanitaria de Ingeniero Juárez, remarcó: “Debido al brote de contagios se tuvo que redireccionar todo el sistema de manejo de derivaciones. En su momento, el hospital de referencia era el de El Potrillo, y, aún así, a pesar de que el nosocomio de Ingeniero Juárez estaba trabajando con la mitad de los servicios, seguía siendo nuestro centro de referencia. Todas las patologías que no podían ser resueltas por la situación, era enviadas al hospital de Las Lomitas”, amplió.
Además, destacó que en su zona los casos de coronavirus pudieron ser controlados gracias al trabajo en equipo de las distintas áreas programáticas y de los Hospitales Distritales de Las Lomitas, Ingeniero Juárez y El Potrillo.
Atención a embarazadas
“Tenemos un equipo preparado, hay una becaria y una auxiliar de enfermería que son wichí, y había una partera empírica que se jubiló después de 38 años”, manifestó a esta Agencia la doctora Lotero.
Continuó: “Lo que se realiza es la identificación de las embarazadas en las diferentes comunidades, luego se les confecciona una ficha, se les hace el control prenatal, se les aplica la vacuna, se les entrega la leche y el hierro y se las pone en lista para cuando llegue la red de ecografía y laboratorio”.
“Acá se realizan partos de baja complejidad, pero todo aquello que requiera de un centro de especialización, por ejemplo, una embarazada con cesárea anterior o hipertensión arterial o que, en la ecografía previa haya tenido alguna anomalía, es derivada al Hospital de Ingeniero Juárez”.
Además, informó que también se les ofrecen los métodos anticonceptivos y que tienen buena aceptación, detallando que hay DIU, implantes subdérmicos y anticonceptivos orales e inyectables. “Hay muy buena predisposición”, marcó.
“Trabajamos con la obstétrica de Lote 8 que tiene muy buena recepción con las embarazadas y con las mujeres que necesitan asistencia ginecológica” y aclaró que todo lo realizado siempre es en paralelo al control del médico.
En relación al supuesto destrato que reciben las mujeres embarazadas de dicha zona, emitido por un programa nacional, reprochó: “Esto es indignante. Nos dimos cuenta de que no eran las mujeres de este lugar”.
Es importante destacar que en el extremo oeste de la provincia existe una atención sanitaria digna y eficiente que cubre las necesidades médicas de la población, a través de sus hospitales, profesionales y el trabajo en conjunto entre comunidad y equipo de salud.