Por el contexto de pandemia, esté sábado 20 y el domingo 21 se realizará un recorrido imaginario del Vía Crucis Formoseño para cumplir de este modo con el legado que dejase el obispo emérito de la diócesis local, monseñor Raúl Marcelo Scozzina.
Originalmente el propio pastor encabezaba el periplo desde esta capital hasta el límite con Salta, a lo largo de 502 kilómetros, para detenerse en cada una de las catorce cruces de madera que conforman éste que ha sido reconocido por Guinness Internacional como el Vía Crucis de mayor longitud del mundo.
Este año tiene una connotación particular ya que marca un acto sobresaliente en el Año de Monseñor Scozzina en coincidencia con la conmemoración del Centenario del natalicio del amado obispo ocurrido en San Martín Norte, Santa Fe, el 14 de agosto de 1921 en el hogar de humildes campesinos de origen italiano.Esta vez, ciclos de peregrinos debían emprender la gira en bicicleta para abarcar catorce parroquias y capillas de Formosa , en un recorrido imaginario por las rutas 81, 86 y 95 hasta el límite con Salta.
Sin embargo, las estrictas medidas sanitarias obligan a que la conmemoración sea solamente imaginaria.
“El año de Monseñor”- a quien llaman “El “Monse” de los pobres” o “El pastor de los humildes”- ya que el 14 de agosto próximo se conmemorará el centenario de su nacimiento por lo que están prevista variadas actividades que tendrán acento particular los días 14 de cada mes.
Este vigésimo cuarto ejercicio del Vía Crucis en contexto de pandemia se desarrollará bajo el lema “Abrazar la cruz y, como María y José, confiar en Jesús, el Señor de todo”.
El programa del sábado 20 debía comenzar a las 7 horas con una misa que se oficiaría en la Capilla Nueva Pompeya y seguiría a las 9 con visita a las capillas San Pablo II del Lote 111; 9.45 Cura Brochero de Lote 111; 11.15 Santuario Divino Niño Jesús; 16 parroquia María Auxiliadora; 16.45 capilla San Luis Rey y 17.30 parroquia Nuestra Señora del Carmen.En cuanto Al programa del domingo 21, la actividad debía arrancar a las 8 horas en la parroquia Nuestra señora de Itatí; 9 horas parroquia San Francisco de Asís; 10 horas parroquia María Madre de la Iglesia; 11 horas parroquia San Miguel; 16 horas parroquia Sagrada Familia; 17 horas parroquia Nuestra Señora de la Esperanza y 18 horas Centro de Capacitación Juan Pablo II, con misa de cierre, en el sitio donde se erige la primera de las catorce cruces.
Sin embargo, por las razones comentadas todo se desarrollará de modo imaginario y sustentado en el profundo sentimiento que inspiró esta idea y la obra de monseñor Scozzina.
LA RAZÓN DE LA OBRA
Tras largos años de ausencia , luego de renunciar a la conducción de la diócesis local el propio Scozzina se encargó de relatar las razones que lo movilizaron a encarar esta obra y acerca del verdadero sentido del Vía Crucis Formoseño.
Y él mismo, lo relataba de este modo: Sin dudas es un viejo sueño.Para muchos podría tener muy poca importancia. Pero como yo, lo confieso, soy un hombre al que le gusta pensar mucho, soy idealista, quiero ir para arriba siempre.
También creo que puedo contagiar con mi idealismo a muchos que se arrastran muy por el suelo.Ese es uno de los motivos del Vía Crucis Formoseño.
El domingo 6 de agosto se plantó en Palo Santo la primera de las cruces de madera de quebracho, de seis metros de alto. Es la primera en el orden temporal, aunque sea la quinta de la serie.
La primera estará ubicada aquí a la salida dela ciudad de Formosa y la decimocuarta en el límite entre Formosa y Salta.
Toda la longitud de la ruta 81 va a estar señalada por las catorce cruces que recuerdan el hecho más grande de nuestra historia de un Dios que se hizo hombre y de los hombres que lo condenaron a Dios.
Así condenado por el gobernador Pilatos a pedido de los jefes del pueblo, ese hijo de Dios tuvo que cargar la cruz y caminar hasta el lugar de su ejecución donde fue clavado y murió allí, pendiente del madero.
Ese camino que llamamos camino de la cruz, la Iglesia lo ha hecho una devoción popular desde hace muchos siglos ya y se llama el Vía Crucis, seguir los pasos del Señor en el camino que él tuvo que recorrer hasta ser ejecutado en el suplicio del cual lo habían condenado.
Eso se plasmó en una idea desde hace mucho tiempo,irrealizada y que ahora quiere ver la realidad.
CAMINO DE CRUZ
Es decir hacer un Vía Crucis a lo largo de la ruta 81.un camino de cruz, porque no es que uno quiera decir que deseo sea de cruz o de sufrimiento sino que más bien me voy para atrás y miro la historia y veo que ese camino es un camino de cruz, marcado por mucha sangre.
Empecemos por la de los indios que fueron muertos alevosamente por aquellos que se llamaban conquistadores o expedicionarios.Esa historia está todavía por esclarecerse.
Y por eso decía en Palo Santo cuando bendije esa cruz. Esa sangre todavía está pidiendo venganza al hombre blanco, al poblador, a Formosa. No una venganza de maldición o de castigo. Sino el reconocimiento de los errores y sobre todo de la corrección de los errores actuales.
Es urgente corregir los errores de este momento en el gobierno como en los gobernados que se multiplican día a día y que como a consecuencia de ello se multiplican las desgracias de esta humanidad.
CORREGIR RUMBOS
Este Vía Crucis Formoseño es un llamado de atención para que empecemos a corregir rumbos.
La persona que anda por una ruta por ser camino, mueve su físico.Pero la ruta lo que le ofrece en su andar, lo llama a mover su espíritu.
Cruces colocadas a la vera de la ruta 81 quieren llamar la atención de los que andan y caminan por ella, para que piensen.Inclusive sobre cuál es el objetivo inmediato del viaje que están haciendo.El por qué.
Que enmienden cosas que están erradas, que muchas veces no están motivadas por ideales sino por mezquindades.
Es todo un idealismo, un algo de querer y buscar de alguien que estuvo predicando muchos años en Formosa para dejar plasmada su predicación en las cruces de un camino que traspasa Formosa y que la marcan en un llamado de arrepentimiento, a un llamado a cumplir mejor el deber, a un llamado a ser realmente de Formosa, la provincia de la que mucho se habla en los discursos, pero poco se hace en la realidad».