En la ceremonia de imposición de nombre al Hospital de Día del barrio 2 de Abril, el ministro de Desarrollo Humano, el doctor Aníbal Gómez, subrayó que “nos comprometemos con el legado del doctor Adolfo Lippmann, de trabajo silencioso, eficiente, humilde y buen trato con los pacientes”, a la vez que distinguió que el Modelo Formoseño “permite tener a disposición de todos los formoseños los mejores hospitales y centros de salud y diagnóstico”.
Al hacer uso de la palabra, el titular de la cartera sanitaria puso en valor “la iniciativa del gobernador Gildo Insfrán de hacer un homenaje a las personas que han dejado su huella por sus virtudes en su paso terrenal”.
Hizo notar que “realmente nos reconforta a todos, fundamentalmente a las familias, los hijos, los compañeros de trabajo que han pasado y compartido sus vidas y esfuerzos para salir adelante en la tarea cotidiana”.
“También es muy importante para la comunidad toda porque los pueblos que olvidan su pasado no merecen tener un futuro”, marcó.
A su vez, sobre el doctor Lippmann recordó que estudió en la Universidad de La Plata, hizo la residencia de ortopedia y traumatología en esa misma ciudad y “luego volvió a la provincia de Formosa, ingresando al Hospital Central, donde luego ocupó diversos cargos como jefe de servicio, director adjunto y dos veces director” del nosocomio “insignia” del sistema sanitario público provincial.
Y acotó que además se desempeñó como jefe del Programa de Prótesis a nivel provincial y parte del plantel del Hospital de Alta Complejidad.
“Era un médico traumatólogo y hacía diversos trabajos dentro de esa especialidad, pero se destacaba mucho por ser un buen cirujano de cadera, era realmente brillante desde el punto de vista técnico-quirúrgico”, resaltóGómez, quien ponderó “el trato humano que tenía con los pacientes, la humildad con la que los atendía, sin diferencias de ningún tipo, siempre priorizando al que más necesitaba”.
Todo ello “con una gran eficiencia porque tenía la gran capacidad resolutiva”, con lo cual “el mayor homenaje que le podemos brindar al doctor Lippmann es continuar con su legado de trabajo eficiente, pero por sobre todas las cosas, de humildad y buen trato con los pacientes”.
En ese sentido, consideró como muy importante que “en estas épocas que nos toca vivir, donde la tecnología deshumaniza un poco a la medicina, rescatemos estos valores”.
“Como miembros del equipo de salud nos comprometemos con ese legado del doctor Lippmann, de trabajo silencioso, eficiente, humilde y buen trato con los pacientes”, reiteró.
Por último, no dejó de marcar que “sentimos un inmenso orgullo y satisfacción de pertenecer a este Modelo Formoseño que conduce el gobernador Insfrán”, ya que “por su compromiso y decisión, permite tener los mejores centros de salud y diagnóstico, al igual que hospitales, a disposición de todos los formoseños”.