La sanción de la ley que declara la necesidad de la Reforma Constitucional de nuestra Carta Magna Provincial abrió un debate donde la oposición desplegó, a través de sus actores más encumbrados, un sentimiento enraizado en la historia argentina: la idea de la proscripción como herramienta de aniquilamiento del adversario al que no se puede derrotar.
A las acciones judiciales que habían archivados mentalmente, y en algún caso olvidado negligentemente de notificar, se suma el voto negativo de la UCR, Nuevo País, PRO y LTP en la Legislatura, donde horas antes presentaban proyectos de reformas constitucionales, reeditando las amenazas de acudir nuevamente a la Corte para denunciar “gambetas y fraudes” ante la “inminencia” de un fallo que todavía no incubó ningún cortesano ya que el albur de los disímiles planteos judiciales (amparo y acciones de certeza y de inconstitucionalidad) tiene antecedentes adversos y varios videos lacrimógenos cuando a una semana de las elecciones del 25 de junio de 2023 los mismos llorones acusaban al máximo Tribunal de la Nación de haber abandonado a los formoseños a la peor condena: la decisión suprema del pueblo a través de la voluntad popular.
En verdad no se puede ser republicano si no se es democrático ya que la democracia es el rasgo distintivo de la república, lo contrario es monarquía o dictadura.
Siendo obvio que confunden periodicidad con alternancia, la cuestión ya fue zanjada a petición de siete exconvencionales que participamos en la última reforma constitucional y en lo personal ratifico la postura asumida como presidente del Bloque “Arturo Sampay”. La oposición tiene la certeza de la inminencia del fallo y de que la reforma es amañada para fines subalternos, pero nunca tienen idea de porqué perdieron las últimas 25 elecciones provinciales.
La iniciativa del Poder Ejecutivo agudizó el espíritu derrotista que naturalmente derrama a todo el arco político opositor local, invocando al unísono a las “fuerzas del cielo” para que intervengan la provincia que nuevamente se desviaba de la pulcritud institucional donde nadan sus almas puras y republicanas.
La oposición despliega un abanico de contradicciones ya que las “reelecciones indefinidas” en el primer mundo (14 Estados de EEUU y algunos países europeos) son validas y auspiciosas, ya que esos ciudadanos tendrían un olfato más refinado a la hora de sufragar.
La ley sancionada les concede, a pesar del rechazo, la posibilidad de recuperar el sentimiento democrático para enterrar definitivamente el ánimo proscriptivo que acompañó a la primera Constitución Provincial de 1957. Los peronistas fuimos proscriptos cuando se parió nuestra primera Carta Magna provincial y durante 34 años fuimos respetuosos de la misma. Dicha circunstancia no impidió que tres gobernadores peronistas (1973, 1983 y 1987) fueran elegidos con aquella vieja partitura. La única verdad es que con la vigente Constitución, o una nueva Constitución, con un fallo o aún sin fallo judicial el veredicto inapelable siempre estará en la conciencia del pueblo formoseño.
Ese es el desafío, no tengan miedo de votar porque de esa voluntad mayoritaria nace la democracia, verdadero pilar de nuestra forma de vida a 41 años de recuperada la misma.
Williams Dardo Caraballo, convencional constituyente (MC)