Entre los días 17 al 21 del corriente las compañías de combate del RI Mte 29 llevaron a cabo ejercicios militares en el Campo de Instrucción Militar “Patronato”.
Se desarrollaron ejercicios ofensivos que forman parte de la dinámica de la defensa, aprovechando situaciones favorables o pausas de combate del enemigo para desarticularlo o recuperar parte del terreno, haciendo uso de las tropas de reserva.
Es comprensible que la ciudadanía desconozca las actividades de una unidad militar. El Regimiento debe adiestrarse durante el año en numerosos aspectos, tales como la preparación física, adquirir conocimientos de cada rol de combate, en táctica, comunicaciones, tiro, saber emplear los distintos tipos de armamentos y equipos, planeamiento de las operaciones, impartición de órdenes y muchos otros que ocupan la totalidad del tiempo.
Todo ello se integra en ejercicios militares en el terreno donde además de ejercitarse puede apreciarse el nivel alcanzado y se corrigen luego aspectos para mejorar.
De este modo la unidad militar se adiestra progresivamente durante el año desde las fracciones más pequeñas orgánicas que constituyen un “grupo”, integrado por 10 efectivos que combaten como infantería de monte para pasar luego al nivel “Sección” que integra 40 efectivos organizados en tres grupos de combate y un grupo de armas de apoyo pesadas como ametralladoras o antitanque. Luego llegará la etapa de adiestramiento y ejercicios de nivel “Compañía” a la cual corresponden los ejercicios que se desarrollaron en esta oportunidad. Las compañías nuclean a 140 efectivos en 3 secciones de infantería de monte que combaten articulados entre si sobre un mismo objetivo apoyados por el fuego de morteros medianos y antitanque de un cuarta sección denominada apoyo.
Estos ejercicios comprendieron marchas, ocupar zonas de reunión, recibir órdenes que operaciones a cumplir, para lo cual debieron planear la acción, reconocer los objetivos, impartir sus propias órdenes y conducir la operación.
Las fracciones aprovecharon el monte, la lluvia y la oscuridad para desplazarse con sigilo encubriendo los movimientos durante la noche. Haciendo uso de hombres guía con visores nocturnos que habían explorado previamente los objetivos enemigos, las compañías se aproximaron para ocupar posiciones favorables y sorprenderlo atacando sus posiciones con las primeras luces del crepúsculo. Un intenso fuego de artillería y morteros simulado ablandó las posiciones enemigas antes de ser atacadas.
A la dificultad propia del monte las continuas lluvias de la semana agregaron una dificultad mayor, demorando los movimientos, dificultando abastecimientos y comunicaciones , y desgastando en mayor medida al personal , pero creando una situación real para obtener mayores experiencias.
Con una larga marcha en el barro, pero satisfechos por poder adiestrarse las compañías regresaron al cuartel entonando a capella y orgullosos distintas marchas militares. “No será tarea fácil a ningún enemigo de la patria vencer a estos hombres de un Regimiento de soldados hechos sangre de quebracho que demostró en situaciones reales que no está en su rendirse. El Negro Luna con los otros doce miran orgullosos desde el cielo” reflexionaron desde la unidad militar.