Una vez más, una paciente da fe del trabajo que se realiza en el Hospital Distrital 8 junto a los vecinos de la jurisdicción cinco.
Justina Marta Pérez Ramos tiene 62 años y desde los 7 años de edad padece asma. Días atrás tuvo una urgencia mientras estaba de visita en un domicilio familiar del barrio Simón Bolívar, que le hizo temer por su vida. Por la inmediatez que su situación requería acudió al nosocomio y el rápido accionar de los profesionales la sacó de apuros.
Hoy, casi recuperada, relata los sucesos vividos que motivaron su reconocimiento a la tarea que se realiza desde la salud pública en Formosa.
“Sufro de Epoc, desde los 7 años sufro de asma, y lógicamente tengo un neumonologo que me atiende, pero vine de paseo a la casa de mi sobrina aquí en el barrio Simón Bolívar y estaba con mucho dolor de garganta, y eso hace que se cierren mis pulmones, ya que en un lado de los pulmones tengo atrofiado y no me entra el aire, me sentí mal a las 7 de la tarde, y como no había colectivos y no tenía medios como para llegar, una sobrina me socorrió y me llevo al Hospital más cercano, y allí llegue a la guardia del Distrital 8”, inició el relato la mujer.
“Llegamos y había mucha gente para ser atendida en la guardia sin embargo allí me atienden de inmediato, dada la emergencia de mi caso, me tomaron los signos vitales y me llevaron a ser atendida. La doctora que me recibió me dijo ‘no hable, tranquilícese’, yo tenía fiebre, tenía realmente un cuadro complicado”, detalló.
“Ella llama muy amablemente al enfermero, un chico muy joven, le pide que me lleve a realizar placas de manera urgente, y luego me internan. Me colocaron oxígeno, me hidrataron, estuve 3 horas allí hasta que lograron estabilizarme y la forma de ser atendida, me sorprendió para bien. Me salvaron la vida, porque no podía respirar”, resaltó.
Esta experiencia sin dudas derribó su antigua creencia de que sólo en un lugar privado recibiría buena atención. “Y es así que lo cuento y quiero destacar mi reconocimiento, allí priorizaron mi vida, me atendieron y en ningún momento me preguntaron antes de atenderme si tenía obra social, me salvaron la vida ya que yo podía morir enseguida”, dijo.
Esta vecina, que desde hace 26 años vive en el barrio Eva Perón añadió describió su primera impresión en el Hospital Distrital 8. “Es un lugar muy higiénico, no me tendría que sorprender debe ser así un hospital pero a veces algunas quejas de la gente hace que uno piense otra cosa, y allí vi que todos eran atendidos por igual”.